No hay nada más valioso que la historia, ella atesora cada uno de los momentos más emblemáticos, haciéndola parte de la vida del hombre, sin ella, la humanidad se quedaría sin memoria.

Si todas las buenas acciones de las personas se plasmarán en hechos reales, la sociedad sería diferente y tenemos la seguridad que la idea maravillosa de un grupo de profesores visionarios, de fundar una institución educativa particular, con el objetivo de brindar nuevos espacios para cimentar el conocimiento de una alta demanda de estudiantes en nuestra ciudad de Tarija, como una respuesta a las necesidades educativas de ese entonces fue inigualable y acertada.

Recordar la creación de nuestro querido colegio, es sin lugar a equivocarnos, recorrer el telón del tiempo y remontarnos al momento preciso de la fundación de esta noble Unidad Educativa, mediante esta reseña histórica:

El constante aumento del número de alumnos que llegaban al ciclo secundario en Tarija y el escaso número de locales y establecimientos de nivel  secundario , se constituyó en uno de los motivos fundamentales para que cuatro maestros que ejercían sus funciones docentes en la capital chapaca: Amanda Ramírez de Zamora, Mery Dérpic de Solares, Teresa Castellanos de Ávila y Carlos Ávila Claure, decidieron concretar su propósito de fundar un nuevo colegio, un doce de febrero de mil novecientos sesenta y dos años.

 

Esta noble idea, dio la posibilidad de concretizar una idea maravillosa  y sencilla que siempre fue el tema primordial de cada una  de las largas  conversaciones de los profesores fundadores: lograr la organización y funcionamiento de un establecimiento educativo de enseñanza secundaria particular, en el que los profesores no sólo fuesen partícipes  del trabajo docente  en las aulas, sino protagonistas activos de un quehacer educativo,  consolidado a través de su propio esfuerzo  con ideas innovadoras y humanas  nuevos espacios para el desarrollo del proceso enseñanza aprendizaje.

Los profesores fundadores tomaron como premisa, el profundo respeto a la  personalidad  de cada uno de los estudiantes de esa época, fortaleciendo  su identidad afianzando los   valores ético- morales que sus familias vivenciaban , de igual manera, este espíritu visionario tenía en mente  acrecentar el amor por la tierra chapaca que los cobijaba y  los vio nacer , haciendo que amaran no solo el valle chapaco, sino también las   acostumbres y tradiciones, forjando un sentimiento constante de superación personal para transformar la realidad y hacer de nuestra Patria la mejor.

Es imperioso recordar que luego   de dos reuniones realizadas en el mes de febrero de 1962 , se logró concretar la iniciación de las  labores educativas  del nuevo establecimiento, bajo el nombre de Colegio “San Bernardo de Tarija”, designación simbólica por las tradiciones de vida que cultiva y preserva el pueblo tarijeño, nombre que fue sugerido por ilustre  Dr. William Bluske Castellanos.

El inicio de la gestión escolar, fue posible gracias a la inquietud y comprensión de un selecto grupo de maestros, considerados por la opinión pública los más destacados por su capacidad y preparación académica, los mismos decidieron colaborar en este esfuerzo de sus colegas fundadores sin medir esfuerzo alguno, demostrando que su profesión eran un verdadero apostolado; es decir, profesores de profunda vocación.

Extraordinario fue el espíritu que animó a todos y a cada uno de los profesores que comenzaron a trabajar en las aulas. Muchos de ellos no percibieron remuneración en el primer año de trabajo, o si la recibieron, nunca alcanzó a justificar el trabajo realizado.

A pesar de ello, todos aportaron con un granito para hacer posible la actividad educativa del nuevo   Colegio, donando  escritorios, bancos, sillas, mesas, material de escritorio, libros y otros materiales educativos, si lugar a dudas la solidaridad de los estudiantes, fundadores y de los padres de familia, hizo posible que este colegio abra sus puertas con mucho entusiasmo y amor a la educación.

Después de conseguir el equipamiento, en sus inicios, el nuevo colegio funcionó en tres locales diferentes, pero a partir de 1979 – volvió a funcionar en la tradicional y amplia casona ubicada en la calle “Alejandro Corrado” en la que ya había trabajado de 1964 a 1969.

Es importante que Colegio “San Bernardo de Tarija” obtiene la Resolución Ministerial N° 594, firmada por el ministro de Educación y Bellas Artes, Mario V. Guzmán Galarza donde se autoriza el funcionamiento del Colegio Secundario Particular “San Bernardo de Tarija”. 

El 14 de octubre de 1963, se promulgó la Resolución Ministerial N°1018 (firmada por el ministro Ciro Humboldt Barrero), donde se autoriza   la ampliación  los cursos 5º y 6º de Secundaria, y la Sección Primaria en el Colegio “San Bernardo”, desde el año 1964.
El 22 de marzo de 1983, se reconoció la Personería Jurídica de la Cooperativa Educacional “San Bernardo de Tarija”, mediante Resolución de Concejo N°02346.

En el año de 1963, egresó la primera promoción denominada: Estudiantes de oro, en honor a los destacados profesores que compartieron sus vastos conocimientos.

El año 1964, inició sus labores escolares el Ciclo Primario, atendido por las destacadas profesoras Ada A. de Auad, Gladys Campos y Rosa Murillo y en el año 1965 se completaron los seis cursos que correspondían al ciclo mencionado.

En el año 1986 se apertura el nivel inicial, recibiendo con mucho cariño a niños ávidos de comenzar a esbozar su primeros trazos y dibujos, sin embrago, el nivel solo funciono hasta 1991 y para alegría de todas las familias tarijeñas, el año 2004 se procedió a la reapertura de este nivel.

A la fecha, 20 de agosto de 2024, Colegio San Bernardo de Tarija CUMPLE SU CXI ANIVERSARIO, con orgullo y muchísima seguridad podemos afirmar que nuestro colegio es un referente en la formación holística, inclusiva y de calidad académica, siendo prioridad la vivencia de valores que hacen de nuestros estudiantes seres humanos capaces de ser solidarios, empáticos, emprendedores con logros científicos, deportivos, artísticos y de liderazgo.