Con la consigna “si puedo enseñarlo, lo aprendí”, estudiantes de primaria del Colegio San Bernardo graban videos educativos para compartir su conocimiento con otros niños, fortaleciendo su aprendizaje y contribuyendo a la educación de más estudiantes
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Con el objetivo de fortalecer el aprendizaje significativo y fomentar la solidaridad educativa, el colegio San Bernardo ha puesto en marcha el programa “Yo Puedo”, una innovadora propuesta que convierte a los estudiantes de primaria en protagonistas de su propio proceso de aprendizaje.
El principio que guía este proyecto es claro: “si puedo enseñarlo, lo aprendí”. Bajo esta premisa, los niños graban videos explicativos sobre lecciones que han aprendido en clase, asignadas previamente por sus profesores. Cada video es una muestra de comprensión, responsabilidad y creatividad.
Estos contenidos, una vez aprobados, son publicados en el canal educativo de YouTube del colegio, convirtiéndose en recursos valiosos no sólo para los compañeros del San Bernardo, sino también para estudiantes de otras unidades educativas que acceden libremente a los videos.
“Yo Puedo no sólo fortalece el aprendizaje individual, sino que promueve la empatía, el trabajo colaborativo y el deseo de ayudar a otros. Es una forma de multiplicar el conocimiento y compartirlo con el mundo”, indicó el director de Primaria, Marco Suárez.
La directora general del colegio, Danitza Montaño, agregó que este proyecto ya está en marcha y se perfila como una herramienta poderosa que une tecnología, pedagogía y vocación de servicio. Porque cuando un estudiante enseña, no sólo demuestra lo que sabe: inspira a otros a creer que ellos también pueden.
Jueves de alegría y aprendizaje integral en el nivel inicial
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Cada jueves, los más pequeños del colegio San Bernardo viven una experiencia diferente y enriquecedora. Se trata de los “Jueves del Nivel Inicial”, una iniciativa pedagógica pensada para brindar a los niños una formación integral a través del juego, el arte, el movimiento y la imaginación.
Estos días especiales se convierten en una verdadera fiesta del aprendizaje: funciones de títeres, ejercicios físicos, pintura, dinámicas lúdicas y juegos didácticos son parte de las actividades que se desarrollan fuera del aula, en espacios abiertos y ambientes creativos.
El objetivo es claro: ofrecer a los niños y niñas experiencias que estimulen su desarrollo emocional, motriz, social y cognitivo, saliendo de la rutina del aula y permitiendo que aprendan de forma activa y divertida.
“Creemos firmemente que el aprendizaje en la infancia debe ser una experiencia alegre y significativa. Cada jueves reforzamos valores, habilidades y conocimientos a través de actividades que despiertan la curiosidad y fortalecen el vínculo con sus pares y maestros”, explicaron las maestras.
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